Review zapatos Carmina con 6 años de uso

Cuando tenía 22 años, decidí que había llegado el momento de hacerme con unos buenos zapatos para que me durarán toda la vida. Motivado por la anécdota que comento en este vídeo (qué fue de los primeros en el canal), entendí la compra de estos zapatos como una inversión para mis pies y decidí comprar estos Carmina en octubre de 2015. Y en este artículo quiero contaros la evolución que han tenido estos zapatos y mi experiencia con ellos.

Carmina es una marca de zapatos artesanales que fue creada en 1997 por José Albaladejo Pujadas. Pero podemos considerarla como una marca centenaria porque detrás tiene una larga historia, que se remonta al siglo XIX. En 1866, Matías Pujadas abre un taller de zapatos a medida en Mallorca y crea un oficio familiar que evoluciona a lo largo de seis generaciones y que se mantiene en la actualidad.

Pero la historia de la marca, como he comentado en varios videos, no siempre nos sirve para valorar la calidad de lo que ofrecen, porque muchas marcas centenarias cambian de propietarios, de fabricantes y lanzan nuevos productos. Pero no es el caso de Carmina, que no solo se mantiene en manos de la familia fundadora, también siguen fabricando de forma artesanal zapatos con cosido goodyear en su propia fábrica de Mallorca.

Volviendo al 2015, yo tenía claro que quería unos Carmina, pero no parecía tan sencillo elegir el modelo, y más teniendo en cuenta que iban a ser mis primeros zapatos buenos. Se suele decir que es recomendable empezar por los básicos e ir aumentando la colección con modelos más especiales, pero esa recomendación no funciona conmigo. Cuando vi esta foto Skoaktiebolaget, tuve claro que quería este modelo en concreto y no otro.

Además de la belleza de la horma y el diseño del zapato, fue su piel museum de color burdeos lo que más me llamó la atención. Es una piel de una belleza singular, que cambia de tono en función de la incidencia de la luz, a plena luz se ve un tono burdeos fuerte y vibrante, pero con poca luz se pueden llegar a ver incluso negros. Por su puesto, la piel es de las mejores calidades que podemos encontrar, es cuero de becerro de Conceria Zonta, que es una prestigiosa casa de marroquinería italiana.

En cuanto al diseño, es un Oxford Adelaide de horma Rain.Que es una horma muy equilibrada, con la puntera sutilmente cuadrada y un ajuste regular, tanto en el área del empeine como en el dedo del pie.

Con suela de cuero de con cosido oculto y esa belleza que tiene la horma ligeramente cincelada (con la cintura estrecha) dan ganas de no gastar nunca la suela solo para mantener su belleza original.

Desde el principio fueron unos zapatos muy cómodos, que se adaptaron rápidamente a mis pies, hay otras marcas que hacen zapatos más duros y más difíciles de domar, a mi particularmente nunca me ha gustado ese proceso de «doma» que algunos sufren con sus zapatos nuevos.

Durante estos 6 años, los zapatos han tenido un uso considerable. Fue bastante intensivo al principio, pero a medida que fue aumentando mi zapatero han tenido un uso menos frecuente. El desgaste visible de las arrugas del empeine aunque esta marcado es bastante ligero, aunque este también depende de la forma de andar y de cómo se adapta la horma a nuestro pie.

Por el contrario el desgaste de la suela aunque tiene bastante desgaste todavía puede aguantar bastantes kilómetros más (palabras textuales de mi zapatero), como puede verse en las fotos es principalmente en las punteras y en las tapas. Las tapas si que fueron cambiadas hace unos 3 años, y para la próxima voy a poner unos filis o unas punteras metálicas para evitar el excesivo desgaste de las punteras.

En cuanto al cuidado de los mismos, no he realizado ninguna rutina especial, por su puesto siempre se han guardado con sus hormas, pero no he aplicado cremas hidratantes de forma habitual, solo muy de vez en cuando una capa de Renovateur. Podría decir que el cuidado ha sido bastante vago, pero a pesar de ello la piel y el color se mantienen como el primer día.

Si que es cierto que durante unos meses, intente mantener una pátina brillo espejo en la puntera, pero acabé desistiendo, porque requiere bastante mantenimiento tenerla siempre perfecta, porque el mínimo roce requiere volver a pulirla. Aunque es cierto que con el brillo de la puntera los zapatos se ven más especiales todavía. La foto posterior es del trabajo que hace el amigo Mistral, que lo hace mucho mejor que yo, de hecho hace años coincidimos en un evento y ambos llevábamos estos zapatos aunque casi parecían diferentes, también es verdad que los míos necesitaban una limpieza. 

Para mi estos zapatos son muy especiales, no solo porque fueron los primeros zapatos buenos que compré, también por todos los momentos que he vivido con ellos y por las puertas que me han abierto. Claramente han merecido su inversión, que de hecho, ahora se venden a un precio superior al que los compré. Y 6 años para unos zapatos como estos, no es nada, la meta es que me acompañen toda la vida, porque son unos zapatos que jamás pasarán de moda, están magníficamente construidos y su nivel de atractivo es nivel dios.